viernes, 9 de octubre de 2015

La Cosmética del conejito



Modas vienen, modas van, pero lo cierto es que aunque pocas llegan para quedarse todas impactan en nuestra vida diaria. Unas más otras menos pero, ¿has pensado los efectos colaterales de todas las modas que llegan a tu vida? 

La industria cosmética tiene una fuerte presencia en la mayoría de los países, tan sólo en México, hasta 2014 se registraron ventas al por menor por 138,354mdp. Cuyos porcentajes más altos se conservaron dentro de las categorías: Cuidado de la piel, cuidado del cabello, fragancias y lociones y cosméticos (faciales y uñas), según un estudio realizado por la CANIPEC*.

Por lo tanto al ser una industria tan lucrativa, debe generar infinidad de fuentes de empleo, aumentos considerables en la inversión de tecnología nacional y muchas cosas más. Pero como todo, hay que ver las dos caras de la moneda, y aquí es donde me pregunto ¿Cómo se elaboran los menjurjes que desde hace muchos años tanto hombres (por que sí no digan que no es cierto) como mujeres nos ponemos? 

Y aquí hay un gran ejemplo de las modas que vienen...y se quedan. Y no se quedan porque las vayamos a usar para toda la vida, sino porque sus efectos persisten. 

Es por eso que hay un “boom” con los cosméticos “Cruelty Free” o bien, los del “conejito”. ¿Has visto un dibujito amigable de un conejito en algún envase de crema facial? o tal vez de una máscara para pestañas, o una base de maquillaje, o incluso en la parte trasera del shampoo que usas a diario o la crema para manos que está en el cajón de tu escritorio. Pues bien, ese adorable y amigable conejito es un indicador de que tu producto es “Cruelty Free”. 

¿Qué significa CRUELTY FREE?
Traducido literalmente, esta frase significa: libre de crueldad, y es utilizada para denominar a todos aquellos productos que aseguran evitar las pruebas en animales para los experimentos realizados en la industria cosmética. 

La imagen del “conejito” es  más que un dibujo amigable que cualquier empresa puede poner en un empaque. Este emblema es propio de una certificación otorgada por Cruelty Free International, bajo el programa “leaping bunny”. Ésta es la única garantía reconocida mundialmente de que una marca no realiza experimentación con animales. 
Pero por si no queda claro (porque hay  a quienes no les parece quedar claro eso de ser “cruel” con un animal), la experimentación con animales incluye diversas prácticas como: exponer a los animales a radiación, remover por medio de cirugía órganos o tejido para determinar las causas de daños, forzar a los animales a inhalar gases tóxicos (¿recordamos los hornos de Hitler verdad?), someterlos a situaciones que pueden crear ansiedad o tensión,  o bien, inyectar o forzar la alimentación de sustancias dañinas. 

Si lo sabe Dios...¡que lo sepa el mundo!
Pues el shampoo que yo compro no hace pruebas en animales, y eso lo se porque tiene el dibujo de la certificación leaping bunny, ¿qué hizo la marca para obtener esa certificación? ¿qué criterios se deben cubrir para que una marca asegure a sus consumidores que es totalmente libre de crueldad?

De acuerdo al organismo que otorga esta certificación, hay una serie de condiciones que deben cubrirse para que una marca pueda ostentar dicho título:

  • Garantizar que ninguna experimentación con animales se lleva a cabo en sus productos terminados y en los ingredientes de los que se componen, así como en sus fabricantes y proveedores de ingredientes, después de una fecha de corte fija.
  • Supervisar activamente sus cadenas de suministro de manera anual, después de las fechas de corte. 
  • Estar de acuerdo con una auditoría independiente de su sistema de monitoreo (es decir, ajena a la empresa). 

Actualmente son muchas las marcas que han tomado conciencia (o han sido obligadas por los consumidores a hacerlo), sin embargo, faltan muchas más. 

Además, es importante entender que si bien la certificación avala a una compañía, el no tenerla no significa que dicha empresa realice experimentación animal, siempre es necesario recordar que los procesos administrativos no siempre son seguidos y puede que los análisis empresariales determinen que no la necesitan. 

Lo que sí es cierto es que tener la certificación provee a los consumidores de la marca de una seguridad con respecto a las prácticas que se llevan a cabo para la fabricación de los productos, y hay mercados mucho más amplios que otros, por ejemplo, en México es todavía muy reducido el número de empresas que están llevando a cabo esta “limpieza” de procesos, en comparación con países como España, o Francia en donde la legislación (en toda la Unión Europea) prohibe la producción o importación de productos de la industria cosmética que realicen pruebas en animales. 
Ejemplos de marcas en México que no realizan pruebas en animales: 
  • elf
  • Physicians Formula
  • ecotools
  • Milani
  • Ere Perez Natural Cosmetics
  • Industrial T. Taio
  • J. Lash
  • Kat Von D. Beauty
  • Grupo Kendo
  • Nabi Cosmetics
  • Urban Decay
  • QuetzalyColibri

Y muchas marcas más. Las anteriores son únicamente algunos ejemplos. Un listado más completo puede ser encontrado en la página online de PETA, es importante recordar que una marca puede no contar con la certificación pero aún así evitar pruebas en animales. 

Y todo el dinero se va al mismo bote...
Hay que pensar en todas las posibilidades. Pongamos un ejemplo, Urban Decay, una marca de cosméticos llegada a México hace apenas unos años con la llegada al país de las tiendas Sephora, no realiza pruebas en animales. Sin embargo, grupo L’OREAL, a quien pertenece la marca, Sí realiza pruebas en animales. 
Otro ejemplo: Kat Von D, la famosa marca de cosméticos exclusiva de Sephora, creada por la tatuadora de quien lleva el nombre, tampoco hace pruebas en animales, sin embargo, se comercializa en China. ¿Y porqué tendría que importar que los chinos esten fascinados con la llegada de la marca? Bueno, por el hecho de que la legislación China exige que los productos cosméticos sean probados en animales para tener permiso de venta en ese lugar. 

Y así encontraremos infinidad de ejemplos, sobre todo porque muchos de los productos son fabricados por los monstruos de la industria, como lo son: Johnson &Johnson, Estee Lauder, L’oreal, Unilever, Procter&Gamble y Colgate-Palmolive. 

¡Pues a partir de hoy no me maquillare, ni me lavaré el cabello ni usaré perfume! La verdad es que no. Para bien o para mal las prácticas diarias algunas no las podemos y otras no las queremos evitar. Lo que sí podemos hacer es presionar a las empresas para que terminen con esas prácticas poco éticas que “legitiman” el daño hacia los animales, el daño hacia vidas que no tienen forma de defenderse y cuyo único pecado ha sido existir en un mundo donde no se les respeta. 

La próxima vez que compres una máscara para pestañas o un labial, te invito a que pienses un momento en esos amigos de 4 patas que te han acompañado en la vida que sólo piden un poco de tu afecto, si los has tenido, y sino, piensa en que una civilización verdaderamente progresista es aquella que respeta a todos sus seres vivos. Tal vez no podamos ser consumidores “Cruelty Free” al cien por cierto de la noche a la mañana, pero sí podemos hacer algo para que las cosas cambien. 

#PORSIANDABANCONELPENDIENTE
La información que presento aquí fue obtenida de diversas fuentes y esta sujeta a errores o cambios. Si te gustaría estar más informado sobre este tema aquí enlaces de interés

Listado Cruelty Free en México según PETA

CANIPEC (Cámara Nacional para la industria de productos cosméticos)

Para conocer más sobre la legislación mundial y noticias relacionadas con el tema

#YOUTUBEANDO
Aquí quiero recomendar un video de youtube que creo puede ser de interés con el tema. Mayolabr es una chica mexicana que vive en EUA y que tiene como consigna no utilizar cosas que no sean libre de crueldad. Su video es muy interesante porque recomienda marcas que son cruelty free y una gran opción de compra, pero además explica porqué algunas de esas marcas ya no las compra. Esto tiene que ver sobre todo con la venta de dicha marca a compañías que no han erradicado en su totalidad esa práctica.